Padres, madres e implicación

04 febrero 2014



Por mucho que intentemos negar la mayor, hay una especie de consenso en la implicación que madres y padres tienen hacia los hijos, especialmente cuando son bebes.

Cuando se habla de este tema, siempre se sacan a colación las diferencias biológicas, los estereotipos culturales, las teorías de crianza,… Pero, a pesar de ello, hay algo que sigo sin comprender. ¿Qué mueve al padre a actuar como actúa? ¿Y a la madre? ¿Por qué el peso de la responsabilidad, por muy implicado que esté el padre nunca es el mismo?

¡Ojo! No cuestiono ni por un momento que la figura del padre y de la madre no son intercambiables (aunque sí igual de importantes), sobre todo cuando los hijos son muy pequeños (aquí es donde sale a relucir que la figura de apego primaria suele ser la madre, que la madres es la única que puede amamantar al bebe, etc.) Pero no hablo de esto; hablo del deseo de estar con el bebe, de no separarse de él, de la implicación emocional y del sentido de la responsabilidad que se genera.

La situación es la siguiente: una vez finalizada la baja por maternidad se plantean las diferentes opciones para casarlo todo (es decir, lo que malamente se ha venido a llamar conciliar los trabajos de los padres con el cuidado del bebé).  Vaya por delante la decisión que tomé yo: tomarme una excedencia para cuidar de mi hija su primer año. Pero, es precisamente por este motivo, por el que no entiendo al género masculino: mi cuerpo, mi alma o mi no sé qué, me pedían quedarme con mi hija. No podía imaginar separarme de ella tan pequeña. Sólo pensarlo, me producía pesadillas, me ponía enferma y, aun hoy, seis meses después de incorporarme, no lo llevo bien. ¿Cómo es posible que ellos no sientan lo mismo? ¿O sí lo sienten?

También, y aun que son los menos casos, sé que hay ocasiones en que es el padre el que deja de trabajar temporalmente. Pero, incluso en esos casos, ¿creéis que los roles se intercambian totalmente?  Pensáis que el comportamiento familiar del papá cuando la mamá está en excedencia, (o en reducción de jornada o lo que sea) es análogo al de la mamá en una familia en la que el padre es quien deja de trabajar. ¿Es algo cultural? ¿Es algo educacional? ¿Es algo biológico?

Pero no quiero centrarme sólo en los primeros meses en los que el bebe es muy pequeño. ¿Qué pasa cuando el progenitor correspondiente se incorpora de una excedencia? ¿Cómo se encajan las piezas? ¿Quién da más?

No pretendo crear polémica con el tema, es más, aunque la implicación y los sacrificios maternos son bastante mayores en la mayoría de los casos, me pregunto ¿qué sacrifica el padre? ¿Se arrepiente cuando echa la vista atrás? ¿Piensa que hizo lo correcto? ¿Volvería a actuar igual? ¿Y la madre se arrepiente? ¿Más o menos que el padre?

Otro punto importante que me sorprende, es el hecho de que las madres disculpen a su pareja por este tema: su trabajo no se lo permite, la situación actual no lo permite, etc. Y más aún, yo misma justifico a mi pareja. Cuando hablo con el de este tema no encuentro una salida diferente para él, para su situación, y me parecen perfectamente lógicos y ciertos sus argumentos. Pero cuando veo que en todas las parejas ocurre igual, es cuando empiezo a preguntarme cómo puede ser. ¿Será que nosotras preparamos nuestros empleos y nuestra vida entera aun antes de ser madres? ¿Ellos no y luego van tarde  para rectificar?

He hablado varias veces de este tema con mi pareja, pero las implicaciones emocionales del uno para el otro no me permiten sacar conclusiones con objetividad. ¿Estoy equivocada en todos mis argumentos? ¿Hay algo de verdad? Me gustaría conocer vuestros comentarios, ¡también los masculinos!

  
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2 comentarios:

  1. Pues tengo que decir que yo con este tema siempre me he sentido un poco "bicho raro", me explico.
    Mi pareja se implicó totalmente con el bebé desde que nació. Cuándo a las 5 semanas tuvo que volver a trabajar lloró igual que hice yo cuándo me incorpore al trabajo a los 5 meses.
    Lo ha cuidado exactamente igual que yo (a excepción de la teta). Una excedencia no nos la podíamos permitir ninguno de los dos pero estoy convencida de que él se la hubiese cogido sin problemas.
    No sé, seré yo la rara, pero en ese aspecto no he notado diferencias entre nosotros.

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    1. Entonces hay esperanza... En mi caso, BuggyPapa adora al bichito y cuida fenomenal de ella. También le hubiera encantado tomarse una excedencia, pero su trabajo no se lo permitió... Ahora bien, este es un buen ejemplo, cada uno elegimos nuestro trabajo y yo me decanté por uno que me permitiese conciliar... Para ello, renuncié a sueldo y a reconocimiento... Nos implicamos igual entonces?

      Gracias por comentar!!!

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